¿Qué es la
moral? Un árbol que da moras
Siglo XXI, con países de primer
mundo y ciudades vanguardistas, sociedades informadas, reconocimiento y
ampliación de derechos humanos y aunque se luche por las libertades, las
culturas siguen siendo presas y victimas de su doble consciencia.
Por ejemplo, tengo un amigo que
hace poco por culpa de su adicción a la marihuana y la monotonía, abandonó a su
pareja para ir de tras de un pedazo de carne que conoció por Facebook, lo que
la gente cuenta, sin embargo, lo que sí aconteció de verdad fue un madrazo en
la cabeza y una serie de auto flagelaciones, pero se lo merecía, pues es un
adicto, joto y los adictos y los putos merecen que les sucedan cosas como ésa.
Fue todo un escándalo es redes
sociales y se convirtió en la persona privada de su libertad más famosa de la PGR
esa semana. Hubo movilizaciones que para nada estaban planeadas, todo esto hecho
por alguien que se preocupa y ama a mi amigo, alguien que fue testigo sonoro
del putazo que le dieron en la cabeza y lo hizo sangrar; me contó que además de
sangre lo que emanaba de su frente era un arrepentimiento que lo quemaba como
acido, y entre más estúpido se sentía más era el dolor de su herida.
Sin duda el foco rojo que existe
en redes sociales respecto a que jóvenes y adultos conozcan a personas por
internet, se deciden a conocerse en persona y muchos terminan siendo usados para
trata, venta de órganos, narcotráfico o simplemente muertos o siendo privados
de su libertad, tratados como un depósito de semen de algún o algunos cabrones;
pero situaciones como ésta, los adictos y los putos se lo merecen.
Todos apelamos por la NO violencia
siempre y cuando nuestra moral y prejuicios no nos traicionen y es que esta
sociedad mexicana “vanguardista”, es incongruente, acepta la violencia según su
moralometro, pero bien, somos mexicanos y no olvidemos que vivimos en un México
surrealista y super irónico y mega prejuicioso, como la trabajadora sexual a quien
tachamos de puta, o los defensores de derechos humanos, abogados, licenciados
con doctorados y maestrías que además son alcohólicos, ninfómanos, mitómanos,
asesinos, adictos, promiscuos, ladrones, mentirosos, infieles, esquizofrénicos,
traicioneros, enfermos de poder y de dinero; con una enorme y tangible soledad
en sus almas, se atreven a juzgar y señalar a otro ser humano imperfecto; mi
madre me llenó la cabeza con historias biblicas así que se me viene a la mente
la imagen de María Magdalena siendo a pedrada por un montón de pecadores, pero
bueno, ella se lo merecía por puta.
En fin, a los quince días de que a
mi amigo le partieron su madre por adicto y puta, regresó como el bumerang; ya hasta
me contó que él y su pareja planean casarse, luego de esta decisión de ambos
todos entendimos que en cuestiones de dos es mejor mantenerse al margen, porque
al final nuestra doble moral nos traiciona, y nos aferramos a pensar que ser
puta y sexo servidora es lo mismo y es que como dice el dicho, no es lo mismo “la
cómoda de tu hermana, que acomódame a tu hermana”
Ojalá la historia del marica de
mi amigo les sirva para la reflexión y darse cuenta qué tan prejuicios son y qué
tan doble moral y si están de verdad en contra de la violencia o solo la
justifican.
Hay momentos en que es bueno
dejar de ser hipócritas y aceptar quien somos, porque todos se quitaron su
disfraz de Halloween y se mostraron tal cuál son, ¡ja! y por cierto Feliz
Navidad.
Jashtá La fugitiva
Por Omar Figueroa
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